Era en una tierra un omne labrador
que usava la reja más que otra lavor; más amava la tierra que non al Crïador, era de muchas guisas omne revolvedor. Fazié una nemiga, suziela por verdat, cambiava los mojones por ganar eredat, façié a todas guisas tuerto e falsedat, avié mal testimonio entre su vecindat. Querié, peroque malo, bien a Sancta María, udié los sus miráculos, dávalis acogía; saludávala siempre, diciéli cada día: «Ave gratïa plena que parist a Messía.» Finó el rastrapaja de tierra bien cargado, en soga de dïablos fue luego cativado, rastrávanlo por tienllas, de cozes bien sovado, pechávanli a duplo el pan que dio mudado. Doliéronse los ángeles desta alma mesquina, por quanto la levavan diablos en rapina; quisieron acorrelli, ganarla por vecina, mas pora fer tal pasta menguavalis farina. Si lis dizién los ángeles de bien una razón, ciento dicién los otros, malas que buenas non; los malos a los bonos teniénlos en rencón, la alma por peccados non issié de presón. Levantóse un ángel, disso: «Yo so testigo, verdat es, non mentira esto que yo vos digo: el cuerpo, el que trasco esta alma consigo, fue de Sancta María vassallo e amigo. Siempre la ementava a yantar e a cena, diciéli tres palabras: ′Ave gratia plena′ la boca por qui essié tan sancta cantilena non merecié iazer en tan mala cadena.» Luego que esti nomne de la Sancta Reína udieron los dïablos cogieronse ad ahina; derramáronse todos como una neblina, desampararon todos a la alma mesquina. Vidiéronla los ángeles seer desemparada, de piedes e de manos con sogas bien atada; sedié como oveja que yaze ensarzada, fueron e adussiéronla pora la su majada. Nomne tan adonado e de vertut atanta, que a los enemigos seguda e espanta, non nos deve doler nin lengua nin garganta que non digamos todos: «Salve Regina Sancta.» Poemas de Mio Cid
El Poema se divide en tres partes o cantares : cantar del Destierro, Cantar de las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes
El Cid sale de Vivar, dejando sus palacios desiertos y llega a Burgos, donde nadie se atreve a darle asilo por temor a las represalias del rey. Una niña de nueve años le ruega que no intente la ayuda por la fuerza para no perjudicar a los moradores de la posada. En la ciudad se aprovecha de la avaricia de unos judíos. El Cid se dirige al monasterio de San Pedro de Cardeña, para despedirse de su esposa, doña Jimena, y de sus dos hijas, a las que deja confiadas al abad de dicho monasterio. Entra luego en tierra de moros, asalta la villa de Castejón y vence a los moros en varias ocasiones, recogiendo un rico botín del que envía parte al rey ; continúa sus correrías y derrota y prende al conde Barcelona, liberándole poco después .
Refiere fundamentalmente la conquista de Valencia. El Cid vence al rey moro de Sevilla y envía un nuevo presente al rey Alfonso VI, lo que permite el reencuentro del Cid con su familia. Poco después la ciudad es sitiada por el rey moro de Marruecos ; el Cid le derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso. Los infantes de Carrión solicitan al rey de Castilla las hijas del Cid en matrimonio y el rey y señor del Cid interviene para lograr el consentimiento de aquel y lo perdona solemnemente. Con los preparativos termina el Cantar.
En el poema hay dos tramas que se cruzan :
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viernes, 10 de diciembre de 2010
Gonzalo De Berceo El Labrador Avaro
El labrador avaro